La pólvora es otro de los elementos imprescindibles para fabricar una bala. La pólvora es una mezcla química inflamable que contiene energía y que su fabricación se remonta a muchos siglos atrás en la historia del hombre. El tipo de pólvora más antiguo es la pólvora negra, en la que se requiere extremados cuidados con su manipulación por su facilidad en explosión. Las pólvoras más actuales son las llamadas polvoras sin humo o pólvora blanca.
La pólvora blanca es quizás más estable y segura de utilizar. La combustión es más progresiva, obteniendo máxima presión y velocidad del proyectil. La capacidad o el ritmo de la combustión es controlada generalmente según tamaño y forma del granulado que juntamente con los componentes químicos pueden acelerar o retardar el ritmo de la combustión. Es por este motivo que existen pólvoras rápidas, polvoras medias y pólvoras lentas.
Manejo y seguridad: Durante la manipulación de la pólvora debe evitar cualquier contacto con otros elementos que puedan provocar chispas o fuego. Mantener las pólvoras en un lugar fresco y seco y en sus envases originales bien identificados y tapados.